La evolución de los sistemas láser hacia configuraciones de pulsos cada vez más cortos y de mayor potencia está llegando a realizaciones que producen pulsos láser próximos al petawatio de pico (1 PW = 1015 W) con algunos femtosegundos (1 fs = 10-15 s) de duración. El funcionamiento de estos láseres conlleva la aparición de fenómenos físicos que no se manifestaban en los láseres pulsados conocidos hasta ahora, entre otros radiación ionizante, filamentación del haz de luz, y que representan riesgos para las personas en caso de exposición. Al mismo tiempo hay que tener en cuenta los riesgos que provienen inherentemente de los equipos necesarios para generar y configurar esa radiación láser. Y a todo ello se añade la dificultad de conseguir protección frente a la exposición debida al espectro ensanchado y a los efectos no lineales del pulsado ultrarrápido.
Ya que los láseres pulsados de femtosegundos abren nuevas posibilidades en multitud de campos de aplicación (tecnologías de fabricación, tratamientos médicos, generación de rayos X…), no es aventurado pronosticar que en pocos años tendrán aplicaciones tan cotidianas como las que estamos acostumbrados a utilizar en la actualidad.
El estudio de los riesgos llevado a cabo en el proyecto PLUS (Protección frente a Láseres UltrarápidoS) nos permite definir servicios de evaluación del riesgo y de asesoramiento de seguridad para los centros de investigación que desarrollan láseres ultrarrápidos y también para las empresas que desarrollarán aplicaciones de esta tecnología y en las que la utilicen.
Los servicios de seguridad tienen como objetivo implementar medidas de control para eliminar o reducir el riesgo, y se concretan sobre todo en los siguientes: